Se cree que el principal órgano masculino es el falo. Allí se concentran todas las zonas erógenas. De hecho, en el cuerpo de cada hombre hay otra poderosa arma sexual que participa activamente en cada acto sexual. Esta es la próstata o, en otras palabras, la próstata.
En un ataque de pasión, pocas personas recuerdan la presencia de una próstata. Y completamente en vano. Ella, como los principales genitales masculinos, es muy sensible a la estimulación. Algunos sexólogos lo ponen en pie de igualdad con el punto G femenino, porque un efecto competente en la próstata se acompaña de un placer inolvidable.
¿Cómo encontrar esta zona misteriosa en el cuerpo de un hombre?
- Antes de empezar a buscar el punto querido en el cuerpo de tu pareja, pídele que practique un poco. Idealmente, un hombre debe limpiar los intestinos y vaciar el recto con un enema, lo que hará que el masaje desde un lugar tan secreto sea más estético.
- Haz todo lo posible para que tu pareja se relaje y confíe en ti por completo. Su inseguridad interior conducirá a la contracción del esfínter y al fracaso total de tu experiencia sexual. Pregúntele al hombre si realmente quiere participar en esto. De lo contrario, en lugar de estallar de placer, solo sentirá malestar y dolor.
- Asegúrate de recortarte las uñas. Si tiene las uñas extendidas, ni siquiera intente comenzar a buscar el punto G, ya que está plagado de microtraumatismos que aparecen en el recto de su ser querido.
- Lávese bien las manos, y no solo antes, sino también después de encontrar y encontrar el punto que ama. No toque la mano que participó en la búsqueda, los genitales masculinos o sus genitales, o mejor aún, use guantes desechables. Por lo tanto, se protegerá de una variedad de microorganismos en el intestino grueso de la pareja, lo que puede conducir al desarrollo de procesos inflamatorios.
- No empiece a buscar próstata cuando tenga relaciones sexuales. Es mejor posponer esto hasta el momento en que sienta que se acerca el clímax. De lo contrario, puede destruir el estado de ánimo sexual de su pareja e incluso hacerla desagradable.
- Dale a tu hombre un masaje erótico, comenzando por la cabeza y bajando suavemente hasta el estómago y la espalda. Presta especial atención a tus glúteos. Masajee a su pareja con movimientos suaves y suaves.
- Haga que su hombre se acueste boca arriba. En este punto, usted se sienta entre sus piernas y muy suave y cuidadosamente inserta su dedo en su ano, sin olvidar usar vaselina o un lubricante especial. Avanza unos 4 a 5 cm e intenta palpar en la pared frontal del intestino del lado del abdomen un bulto del tamaño de una castaña.
- Alternativamente, puede pedirle a su pareja que asuma una posición de rodilla a codo o que se acueste de lado, preferiblemente el derecho, y presione sus rodillas firmemente contra su estómago. Esta posición no solo te lo hará más fácil, sino que también permitirá que el hombre experimente orgasmos múltiples. En esta posición, los músculos de la pelvis se relajan tanto como sea posible.
- Si logras encontrar este punto mágico, detente y dale al hombre la oportunidad de acostumbrarse a este estado.
- Si su pareja no está dispuesta a buscar el punto G internamente, intente persuadirla para que utilice la estimulación externa, que también es útil en la posición de rodilla-codo o de lado. Pase el dedo por la entrepierna del hombre desde el escroto posterior y deténgase más cerca de la abertura del ano. Es en esta zona donde se encuentra la próstata.
Esperamos que estas sencillas recomendaciones te ayuden a brindar un verdadero placer a tu pareja y hacer que tu vida sexual sea lo más diversa posible.